sábado, octubre 10, 2009

Discromatopsia

Para conocimiento de todos, resulta que a los tantos años vengo a descubrir que padezco de DISCROMATOPSIA, según me diagnosticó una oftalmóloga a la que concurrí para un examen por la renovación de la licencia de conducir. Esto viene a ser una variedad de daltonismo, para ponerlo sencillo. Según el test al que fui sometido durante 30 segundos (de un tal Ishihara), al parecer no distingo bien la dupla verde-rojo (Google por medio), lo que vendría a explicar los innumerables conflictos que he atravesado en las bocacalles con semáforos. Y las expresiones de sorpresa de las maestras cuando pintaba árboles, que deben haber lucido sangrientos.
La conclusión de la profesional me ha sumido en una tremenda confusión. Porque resulta entonces que todo el verde que veo a mi alrededor es rojo. La naturaleza es roja y los labios de mi mujer son verdes. ¿son entonces coloraditos los campos de fútbol? Y ¿la camiseta de Banfield es en realidad la de River, y al revés? ¿Habré estado hinchando para Banfield creyendo que era River? ¿Y cómo se explica que a River le digan la banda roja si en realidad es verde, aunque yo la vea roja y coincida mi apreciación con el saber popular?
¿Cómo haré en el futuro con las manzanas? No serán lo mismo tampoco los atados Marlboro. Mirá vos, así que son verdes. Peor todavía ¿qué es verde y qué es rojo? Es una pregunta filosófica que me asalta.
Escucho que a la gente de abolengo le dicen que tiene sangre azul. ¿El que lo definió padecía de alguna variedad de discromatopsia?. Y que me digan…es la sangre verde y también todo lo que está bajo la piel ? ¿No era que los extraterrestres son verdes?
Todo mi conocimiento del mundo se derrumba con el diagnóstico de la oftalmóloga. Ya no podré comer tomates, porque aprendí que cuando están rojos están maduros y verdes cuando no. Pero según la médica que estudió tantos años y el oriental Ishihara, yo lo veo al revés. Es decir que desafiando el conocimiento común los tomates serán maduros cuando yo los veo verdes (aunque sean intragables) y verdes cuando yo los veo rojos, jugosos y tentadores. Mnnnnn!!
Me queda una salida. Y también una recomendación: DUDAR DE LOS TESTS.
Y de paso, DUDAR TAMBIEN DE LOS MEDICOS.

10-10-09