Con la TV es suficiente
Hasta hace unos pocos años y para describirlo de manera sintética, la situación de un individuo frente a la información noticiosa era la siguiente. Se enteraba de los hechos por los avances de la televisión o la radio y al día siguiente completaba el conocimiento con mayor detalle a través de los diarios. Hoy en día el primer paso se mantiene, pero en ambos casos (radio y TV) puede obtener en el día ampliaciones que pueden resultarles suficientes para estar al tanto de una manera razonable que le permita alguna conversación inteligente con otros sobre la cuestión que sea. En todo caso nadie es cuestionado por el conocimiento imperfecto de un hecho.
Pero además, el mismo individuo, más exigente en términos temporales –el que no puede esperar al día siguiente la llegada del diario a su casa- tiene acceso a las versiones on line de los diarios. Es creciente el empleo de este recurso por el uso también más difundido de la web, aunque los diarios suelen ser mezquinos con sus ediciones on line y apenas vuelcan en ellas los datos que son por todos conocidos y se reservan para la edición impresa lo mejor de un trabajo, lo que han desarrollado de manera propia o exclusiva.
Es importante detenerse aquí porque se está en presencia de una situación paradojal. Los diarios se desesperaron en la década pasada por crear versiones de Internet en tiempo real –con dudoso resultado económico- para no quedar fuera de la modernidad que implicaban los avances informáticos y la evidente difusión del uso de las computadoras. Pero hay en estas versiones de Internet, además de una indecisión por los formatos más atractivos, algunas evidencias que reflejan la preocupación por el daño que estos progresos provocan en la estabilidad de las ediciones gráficas. Así, cualquiera puede observar que a lo largo del día las ediciones de Internet proveen información noticiosa resumida y para los temas sobresalientes se reservan el papel. ¿Cuál es el resultado?. La ediciones on line de los diarios solamente son completas e interesantes en tanto reflejan por completo la edición impresa. Y esto sucede también al día siguiente.
Todos conocemos –tal vez nosotros mismos- a quienes trasnochan para abordar los diarios on line en las primeras horas de la madrugada. Son (somos) ni más ni menos que los “no compradores” de los diarios a la mañana siguiente.
Estamos frente a una nueva paradoja: las ediciones en Internet emitidas por los diarios se agregan a la conspiración contra el periodismo gráfico.
Muchos propietarios de medios gráficos observaron esta contradicción y restringieron el acceso a través de la modalidad de pago, esto es suscribir las ediciones en la web, convirtiéndolas en una alternativa a la compra de la versión en papel. (Continúa)